Ante la suspensión del trabajo en pro del diálogo que habían iniciado los sacerdotes Gastón Garatea y Miguel Cabrejos, autodenominados "facilitadores", la Defensoría del Pueblo instó a los involucrados en este conflicto minero a apoyar y colaborar con la tarea de los religiosos.En un pronunciamiento público, la entidad defensorial solicitó al presidente regional de Cajamarca y a los dirigentes sociales continuar con el diálogo y evitar medidas que pueden obstaculizarlo o limitarlo.También propuso al Ejecutivo que evalúe el estado de emergencia prorrogado en tres provincias de Cajamarca, "tomando en consideración la apreciación de los facilitadores".Defensoría del Pueblo insistió en que este tipo de esfuerzos debe contar con el aval de todos, y manifestó su esperanza en que el trabajo de los facilitadores no se detenga por ser el diálogo el mecanismo específico en la resolución de conflictos.