Una de las metas de la actual gestión gubernamental es revolucionar la economía del sur del país con los prometidos proyectos energéticos, y así lo entiende el ministro de Energía y Minas, Jorge Merino, quien anunció que el Perú busca ser el primero en tener petroquímica en el Pacífico. Sin embargo, las ansias del Gobierno podrían jugarle una mala pasada si se tiene en cuenta que se ha dejado de lado la elaboración de un proyecto que justifique los flujos financieros que permitan recuperar la millonaria inversión.Así lo advirtió el ex ministro de Economía Ismael Benavides, al indicar que tanto para el Estado como para el eventual concesionario de la Asociación Publico-Privada (APP) que participa en la edificación del ducto de etano de Pisco a Ilo y la industria petroquímica, no está aún determinado que exista un mercado.