El presidente regional de Cajamarca, Gregorio Santos, volvió a violar el estado de emergencia decretado por el Ejecutivo sobre tres provincias de la región tras la radicalización del paro contra Conga. En un acto de provocación a las fuerzas del orden, la autoridad participó de un desfile por diversas calles de la ciudad, pese a que la declaratoria prohíbe este tipo de reuniones. Aunque la ley establece que la Policía Nacional, en este tipo de casos, debería disolver el encuentro ciudadano y detener a los que lo promuevan, los efectivos se abstuvieron de adoptar este tipo de medidas debido a que se teme que la reacción de la turba genere más muertes.