DESCENTRALIZACIÓN REQUIERE REFORMULARSE
26 de julio de 2012

ESTANCADO. El proceso de descentralización, que fue lanzado en el 2001 por la gestión de Toledo, está estancado. El Gobierno central ya transfirió el 93% de sus funciones a los gobiernos regionales y locales, pero algunos ni siquiera se han enterado de qué funciones se les transfirieron y, en general, el desempeño promedio es poco eficiente. De ahí nace el descontento de las poblaciones, porque en un contexto de bonanza económica los mayores recursos no se transforman en obras en favor de la población. En esta situación, es positivo que el presidente Humala haya empezado a preocuparse más por el tema regional, lo cual se refleja en la mayor frecuencia de sus viajes al interior del país para escuchar a las autoridades municipales y regionales, y buscar soluciones a sus problemas locales. Ello es importante, además, porque forma parte del esfuerzo que debe priorizarse para ‘desconganizar’ la agenda nacional, cuya problemática no comienza ni termina con Conga.El nuevo Gabinete Ministerial debería retomar la propuesta del Gabinete Valdés para reformular el proceso de descentralización que, entre otros, planteaba que los gobiernos regionales y locales generen más recursos propios, mejoren su productividad y competitividad para atraer más inversiones; asimismo mejorar las transferencias de recursos a estos gobiernos, según criterios de eficiencia. Entre esas transferencias está el canon, cuyo esquema de distribución debe ser reformado, de manera que sea más equitativo. El MEF ya tenía lista una propuesta al respecto, pero al parecer el costo político de aplicar esta reforma está pesando para postergarla.Estamos a favor de una reformulación del proceso de descentralización, pero no compartimos la propuesta de acelerar la descentralización fiscal, porque no es el momento de hacerlo y pondría en riesgo la salud fiscal, factor clave para la calificación de riesgo crediticio del país y para la estabilidad económica. La propuesta tiene que ‘aterrizar’ en medidas concretas que signifiquen una reforma que haga sostenible el proceso de descentralización y permita contar con gobiernos regionales eficientes, que sean la base para la formación de las macrorregiones.

  • [Gestión,Pág. 18]
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