"DEFENSORÍA NO SERÁ UN APÉNDICE DE PARTIDOS"
17 de noviembre de 2005

No bien juró al cargo, Beatriz Merino, la primera mujer que asume la conducción de la Defensoría del Pueblo, dejó en claro que esa entidad "no es un órgano del gobierno de turno ni un apéndice de los partidos políticos"; tampoco un "árbitro o mediador de las disputas políticas" sino, más bien, un "órgano autónomo e independiente". En virtud de ello, advirtió que, en esta nueva etapa institucional, la Defensoría actuará con prudencia y como "colaborador crítico" de la administración, no como su opositor.Como un anticipo de ello, declinó hablar sobre la declaratoria en emergencia del Poder Judicial, pero fue clara al referirse al caso Fujimori y a la obligación del ex mandatario de someterse a la justicia peruana para responder por sus actos.Con un discurso firme pero conciliador, subrayó reiteradamente que la Defensoría actuará como interlocutora entre el Gobierno y la población, "para ayudarla a ejercer sus plenos derechos ciudadanos, y que no se sienta obligada a suplicar a las autoridades el derecho de ser tratada con el respeto que se merece".