El diálogo que en su fase preliminar facilitan monseñor Miguel Cabrejos y el sacerdote Gastón Garatea en torno al conflicto sobre el proyecto Conga, requiere de gestos conciliatorios de ambas partes, que ayuden al acercamiento al generar confianza y aliviar la extrema tensión y hostilidad entre ambas partes, que comparten la responsabilidad de la crisis de Conga.Así lo indica un informe, al que tuvo acceso LA PRIMERA, sobre las gestiones de los facilitadores, que insisten en rehusar ser considerados mediadores pero que consideran convertirse más adelante en garantes de los acuerdos que tomen las partes, en un diálogo que no debe excluir a nadie y en el que debe participar y aportar la empresa minera Yanacocha, pagando "sus pendientes", es decir, el pasivo que registra con atentados al medio ambiente y a la sociedad cajamarquina.Según el informe, los facilitadores ha expresado con respeto, pero con firmeza, que ha llegado el momento de que tanto el gobierno como las autoridades y dirigentes de Cajamarca hagan gestos conciliadores, a fin de viabilizar el diálogo. Otra medida que los religiosos consideran urgente para avanzar es la reapertura de las escuelas cajamarquinas pues, pese a la propaganda mediática que busca negarlo, lo cierto es que los niños y adolescentes no asisten a clases desde el 31 de mayo, por el paro general, lo que consideran un problema grave.(Edición domingo).