LIBRE CAMINO AL DIÁLOGO
8 de julio de 2012

Todo indica que al fin empiezan a prevalecer la cordura y la responsabilidad en Cajamarca y que el camino está despejado para volver a transitar por los puentes del diálogo y el entendimiento, en busca de consensos acerca de una nueva actividad minera extractiva con responsabilidad ambiental y compromiso social. La iniciativa del presidente Ollanta Humala Tasso de designar a monseñor Miguel Cabrejos Vidarte como mediador o facilitador del diálogo entre el Ejecutivo, por un lado, y las autoridades regionales y municipales de esa región, por el otro, ha motivado una aceptación unánime. La invitación al expresidente de la Conferencia Episcopal Peruana, que ha aceptado la propuesta y ha pedido un alto inmediato a los actos violentos antimineros, es a todas luces acertada dada la autoridad institucional de la Iglesia católica, así como el prestigio y credibilidad de que goza monseñor Cabrejos. El actual arzobispo metropolitano de Trujillo posee una larga experiencia social desde que empezó su ejercicio sacerdotal en la Orden Menor de San Francisco. Ha desempeñado últimamente destacada y fructífera actuación en los conflictos de Bagua, Quillabamba y Espinar. Asimismo, monseñor Cabrejos está profundamente identificado con la región Cajamarca, conoce los problemas, las preocupaciones y esperanzas de su pueblo, pues nació en la provincia de Chota, de donde emigró para proseguir estudios en Lima y luego abrazó el sacerdocio. Además del tenaz y persistente trabajo del Gobierno Nacional para escuchar y atender los reclamos de la población de Cajamarca y buscar soluciones definitivas mediante el diálogo, hay que destacar en esta ocasión la positiva acción de los alcaldes de la región para posibilitar esta nueva etapa que permite vislumbrar consensos y un futuro de bienestar y oportunidades para esa histórica región. Así lo demuestra el anuncio del alcalde distrital de Encañada, Jorge Vásquez Bazán, quien informó que las autoridades regionales y locales de Cajamarca, tras una reunión con Gregorio Santos, han aceptado la intervención de monseñor Cabrejos y decidieron invitar asimismo al sacerdote Gastón Garatea. Este último tiene también una clara identificación con los problemas socioeconómicos del país tras su experiencia como presidente de la Mesa de Concertación para la Lucha contra la Pobreza. El propio padre Garetea ha saludado la intervención de monseñor Cabrejos y ha expresado su plena confianza en que al final se impondrán la paz y el desarrollo. Otro tanto ha manifestado en forma corporativa la Conferencia Episcopal Peruana. Entre las instituciones que han respaldado esta nueva iniciativa de paz, diálogo y entendimiento figuran la sociedad civil de la propia región de Cajamarca y la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales. Todos los peruanos, en especial los que tienen responsabilidades de gobierno encargadas por el voto popular, deben entender que la violencia y la intolerancia solamente conducen al caos y traen más sufrimiento y pobreza para nuestro pueblo. En una región tan rica en minería, agricultura y ganadería como Cajamarca no hay espacio para posturas extremistas que ya han enlutado hogares peruanos y están causando graves e irreparables daños económicos y sociales. (Edición Sábado)