No es de buenos peruanos permanecer sordos e indiferentes ante los reiterados y urgentes llamados al diálogo para solucionar los reclamos y observaciones formulados en torno al proyecto minero Conga, cuya empresa ha asumido el compromiso, bajo garantía del Estado, de respetar y proteger el agua y de contribuir sustancialmente al desarrollo integral de la región involucrada. Al más breve plazo se debe reiniciar el diálogo, que debe ser utilizado como la única vía para resolver racional y pacíficamente los conflictos."Dichos llamados para sentarse en una mesa de trabajo y buscar consensos en un proyecto vinculado con la inclusión social que tanto hemos esperado los peruanos no solamente provienen del Ejecutivo, sino también de sólidas y prestigiosas instituciones del país como la Iglesia católica, Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales, Asociación Nacional de Municipalidades, Defensoría del Pueblo.Las fuerzas políticas del país representadas en todas las bancadas del Congreso de la República y movimientos regionales y nacionales como el Colectivo Cajamarca también apuestan por el diálogo y por el entendimiento civilizado entre peruanos, toda vez que se trata de un proyecto que apunta hacia una nueva concepción de la actividad minero extractiva, con responsabilidad ambiental y social.Tal como lo ha señalado acertadamente la Conferencia Episcopal Peruana, máxima instancia de la Iglesia católica, en la voz de su presidente, monseñor Salvador Piñeiro, es urgente que la autoridad regional de Cajamarca y los activistas antimineros asuman su responsabilidad histórica y depongan los actos violentos que, en las últimas horas, han enlutado a hogares peruanos."Los obispos de Perú vuelven a recordar que la vida es un valor supremo que en cualquier circunstancia debe ser protegida y privilegiada, tanto las de nuestras comunidades campesinas como las de quienes, en cumplimiento de su deber constitucional, procuran el restablecimiento del orden", ha manifestado Salvador Piñeiro. Monseñor Luis Bambarén Gastelumendi, expresidente de dicha conferencia eclesiástica, se ha sumado a este urgente llamado y ha señalado que es momento de construir un clima de paz y de defensa de la vida, como alternativa que ayude a evitar la pérdida de más vidas en el país. Pese a la gravedad de los sucesos acaecidos en Cajamarca, el Ejecutivo, encabezado por el presidente de la República, Ollanta Humala Tasso, fiel a su compromiso de gobernar para todos los peruanos, especialmente para los más pobres, mantiene abiertas las puertas del diálogo. Ante los injustificados ataques a dependencias públicas ajenas a la agenda sobre el proyecto Conga, el Gobierno no ha tenido más alternativa que asumir su responsabilidad y decretar el estado de emergencia, mecanismo contemplado por la Constitución vigente para resguardar la seguridad e integridad de la población y proteger la propiedad pública y privada.El país es testigo de que el Gobierno no permanece con los brazos cruzados ante conflictos acumulados por los gobiernos pasados, relacionados con una minería extractiva que no privilegiaba la responsabilidad ambiental y el desarrollo de las zonas mineras. A este respecto, el Consejo de Ministros ha instalado una comisión multisectorial encargada de elaborar propuestas normativas y políticas para garantizar que las actividades extractivas se desarrollen cuidando el agua, protegiendo la salud y el medioambiente, y respaldando los objetivos de inclusión social.