Cuando todo hacía presagiar que la situación en la región volvía a la calma con la declaratoria de emergencia en Cajamarca, en Celendín y en Hualgayoc, una nueva escalada violentista se desató ayer en esas tres provincias.Pero lo más grave ocurrió en Bambamarca, donde las nuevas asonadas dejaron otro muerto, más de 20 heridos, dos de ellos policías y un soldado, y hasta 15 efectivos secuestrados. Al cierre de esta edición, los mencionados custodios del orden se encontraban refugiados en la comisaría de Llaucán, junto a siete agentes del lugar, mientras que, en las afueras, unos 300 pobladores rodeaban el establecimiento.Los 15 policías llegaron en helicóptero cerca del mediodía a un poblado de la comunidad de Maraipampa, a más de una hora del centro de la ciudad. Este hecho fue avistado por unos 500 pobladores, que inmediatamente se acercaron al lugar. La nave policial alzó vuelo y los policías subieron estratégicamente hasta las partes altas de uno de los cerros, pero fueron rodeados.