El ministro de Justicia, Juan Jiménez, defendió la detención del padre Marco Arana, pues sostuvo que durante el Estado de Emergencia están prohibidas las manifestaciones públicas y volvió a hacer un llamado al diálogo.Indicó que la medida fue adoptada por la Fiscalía y que el Gobierno no tiene injerencia en las decisiones que tome la justicia. También sostuvo que la Defensoría del Pueblo no ha formulado ningún pedido oficial para que el padre Gastón Garatea sea el mediador entre el Ejecutivo y las autoridades de Cajamarca.No obstante, recordó que el Gobierno sí está dialogando y un ejemplo de ello son los contactos iniciados con alcaldes de la región, como el de Celendín, por lo que lamentó los actos de violencia sucedidos en dicha provincia cajamarquina, que dejaron tres muertos.