En un megaproyecto gubernamental insostenible e inviable se ha convertido la tan promocionada "Modernización de la Refinería de Talara". La lentísima gestión por parte de la dirección actual y los elevados costos que trascienden -sin que hasta el momento no haya una versión oficial de la empresa, solo anuncios con condicionales- hacen que nuestra afirmación sea la más cercana a la realidad.Esto va a significar un duro golpe para el presidente Ollanta Humala, que en reiteradas oportunidades ha expresado públicamente que en su gestión se inaugurará la obra. Desgaste innecesario para un gobernante, que requiere hechos concretos en tiempos perentorios y no promesas de largo plazo, que generarán réditos a sus sucesores y no a él, con el desgaste de su crédito político.