MINERÍA, EL DIÁLOGO SECUESTRADO
21 de junio de 2012

Acorde a lo divulgado, hoy se anunciaría que el proyecto Conga prosigue, pero con un retraso para el inicio de su explotación de dos años. Esta demora es un fracaso a medias y el anuncio no aseguraría nada, salvo la intención de los empresarios y del gobierno central. Pronto veremos la reacción virulenta de los opositores al proyecto.El presidente Humala intenta solucionar las confrontaciones en el sector minero mediante el diálogo entre empresarios, gobiernos central, regional y distrital, y la población más o menos organizada. Su objetivo es muy democrático pero ello se muestra elusivo.A varias autoridades, apoyados por extremistas, no les interesa el diálogo y menos solucionar los conflictos. Su mira es agudizarlos para ganar réditos políticos y económicos personales. Humala, mientras, pelea con su sombra para extinguir su pasado radical, no obstante que hoy tendría claro que se precisan las inversiones mineras para que el país no decaiga. Peor aún, el Poder Ejecutivo no cuenta con operadores ni en número ni con la calidad necesaria para afrontar los múltiples frentes abiertos.Humala propugna resolver los conflictos con la investigación de los problemas ambientales y sociales que acarrean las inversiones. Suena correcto, pero ello llevará un tiempo prolongado y, posiblemente, luego de diluidas algunas dudas, los intransigentes levantarán nuevos obstáculos.Humala sabe que está perdiendo la batalla, pero no atina a encontrar una solución alterna. Él manifiesta querer "mantener el estado de derecho" pero se observa que, a diario e impunemente, el derecho de muchos otros se destroza. Delincuentes toman carreteras, asaltan instalaciones públicas y privadas, y atemorizan a periodistas y pobladores. La mansedumbre y lentitud de Humala para combatir contra sus ex aliados políticos resulta un déficit difícil de remontar. El país tiene aún una inercia positiva de inversiones ya comprometidas en varios sectores y un nivel de consumo interno importante, por lo que la economía del 2012 se perfila regular. Pero si las inversiones mineras se frenan y ante la profundización de la crisis de la economía mundial terminaremos pagando, con la tuya y con la mía, este fracaso estatal en los siguientes años, afirma el analista económico, Ricardo Valcárcel.

  • [Gestión,Pág. 18]
  • /