Se desató la polémica. ¿Cómo pudo la llamada 'ley Lázaro' resucitar a los electores omisos y, al mismo tiempo, ser la lápida del voto obligatorio sin que fuera reformada la Constitución?Mientras que el presidente de la Comisión de Constitución del Poder Legislativo, Ántero Flores-Aráoz, dice que la eliminación de las restricciones al ejercicio de los derechos civiles para aquellos que no vayan a sufragar no implica la vigencia indirecta del voto voluntario, para el dos veces decano del Colegio de Abogados de Lima, Raúl Ferrero Costa, sí lo es.Por eso, Raúl Ferrero no dudó un solo instante en afirmar que la propuesta acordada en primera votación por el pleno del Congreso (con 71 adhesiones a favor, tres en contra y 14 abstenciones) contraviene lo que ordena expresamente la Constitución cuando señala taxativamente que el voto ciudadano es obligatorio.(Edición sábado).
- [El Comercio,pág. A 6] /