Ayer, mientras el presidente regional de Cajamarca, Gregorio Santos, amenazaba desde el Congreso al Ejecutivo, a las empresas mineras que operaban en su región -con especial énfasis a la propietaria del proyecto Conga- y negaba todo tipo de denuncia y acusación en su contra, una camioneta de la Dirección Regional de Salud repartía víveres y banderolas a los antimineros ubicados en el centro de la ciudad.Perú21 pudo confirmar que el uso ilegal de este vehículo del Estado, que podría configurar delito de peculado, se realizó al mediodía, en el atrio de la Iglesia San Francisco. Es más, un funcionario de esa dirección regional hizo este trabajo dentro de su horario laboral.