TOME LAS OPORTUNIDADES. La población comienza a tener la sensación de que los problemas y las protestas contra el Estado, insólitamente encabezadas por autoridades elegidas, podrían desbordar la capacidad de respuesta del Gobierno. Sin embargo, como ocurre en toda crisis, los problemas generan sus propias soluciones, abriendo oportunidades que el presidente Ollanta Humala debe aprovechar para revertir el duro momento que está afrontando a 52 días de cumplir su primer año al frente de la presidencia de la República.En esta coyuntura, el jefe de Estado no solo debe retomar el pleno liderazgo del país, sino también establecer inteligentes alianzas y responder a los extremistas que intentan desestabilizar al país, sin utilizar actitudes y palabras del otro extremo. Incluso las renuncias de tres congresistas, y quizá de otros más, a la bancada oficialista, le da la oportunidad de replantear su acercamiento a sectores que podrían darle el respaldo político a su Hoja de Ruta. Si bien todos los votos cuentan en el Congreso para aprobar importantes reformas, como la del sistema privado de pensiones, ahora, alejados los propulsores del programa del Gran Cambio, Humala y Perú Posible pueden negociar con mayor claridad y libertad.En ese camino, es importante que el presidente haya deslindado con los dirigentes violentistas, y que haya ratificado que seguirá adelante con sus proyectos, "le guste o no a los extremistas", como ha dicho. No obstante, es necesario advertir que tendrá que conducirse por el recto camino que traza la legalidad y la democracia, para de ese modo evitar que sus contrincantes lo acusen de usar métodos montesinistas.En la medida que pueda tomar las oportunidades y resolver los problemas políticos que ahora afronta, podrá amainar el impacto de estos sobre la economía y, sobre todo, alejar los temores que pueden estar comenzando a invadir a los inversionistas. De lo contrario, la situación podría empeorar.