La administración Humala ha tenido que esperar que se incube la violencia extremista a través de la estrategia de la desinformación, el engaño y la manipulación que implementan las bandas extremistas al interior del país, que ha dejado a la fecha muerte y destrucción, para recién salir a los medios de comunicación a desenmascararlos. Hace meses que los extremistas liderados por ideólogos de Tierra y Libertad, encabezados por el seudo cura Marco Arana, vienen engañando a los pobladores de Espinar, afirmando que la minera Xstrata les contamina sus ríos, amparándose en un manipulado informe del Ministerio de Salud. ¿Acaso alguna autoridad del gobierno central respondió frontalmente esta falsa acusación? ¿El manipulado documento fue analizado y revisado por la Unidad de Prevención de Conflictos de la PCM, para confirmar su veracidad? ¿Alguien del Ministerio de Salud dijo esta boca es mía? ¿El Ministerio del Ambiente se interesó en el tema? ¿La Autoridad Nacional de Agua al menos frunció el ceño? ¿Y la empresa? ¿Ni siquiera alertó al Ministerio de Energía y Minas sobre este tinglado? Cada vez me reafirmo en mi crítica de que los gobiernos de turno y las empresas mineras no aprenden la lección. En esta oportunidad, algún “avispado” burócrata, en medio de la crisis política desatada por el caos que dejó dos muertos en Espinar, revisó por fin el manipulado informe del Ministerio de Salud, utilizado para encender la hoguera violentista, y apenas leyendo la carátula se dio cuenta de que no correspondía a Espinar. Así, gracias a este "descubrimiento" por fin la administración Humala empezó a contraatacar y denunciar esta patraña. ¿Qué hubiera pasado si los ministros y sus funcionarios trabajasen como debiera de ser, y empezaran a preocuparse por desarmar con argumentos sólidos la campaña antiminera? Espero que la administración Humala y las empresas mineras aprendan la lección.