En el conflicto que ha llevado a la provincia de Espinar (Cusco) al estado de emergencia hay un punto modelular que hoy los líderes del estallido social callan: su interés por ser ellos los administradores directos del 3% de las utilidades (al mergen de los impuestos que paga el Estado) que aporta la multinacional suiza Xstrata Copper por su operación de la mina Tintaya. Ese es el punto de una agenda no explicada que el alcalde de Espinar, Óscar Mollohuanca, y Herbert Huamán, presidente del Frente ünico de Defensa de los Intereses de Espinar (Fudie), pretenden negociar con la empresa desde el 28 de noviembre del año pasado. En un documento que denominaron Reformulación del Convenio marco por el Desarrollo de Espinar , ellos plantearon que la minera deposite en una cuenta bancaria su aporte voluntario de 3% de utilidades (unos S/. 30 millones), destinado a obras en beneficio de la provincia, para que pudieran hacer uso directamente de los recursos.