Violencia degenerada. Espeluznante fue el relato del fiscal provincial de Espinar, Héctor Herrera Mendoza, quien el pasado lunes fue secuestrado por los manifestantes de esa localidad y estuvo durante varias horas privado de su libertad. Según el funcionario, los vándalos que lo retuvieron ilegalmente no entendían razones y lo agredían verbal y físicamente, hasta el punto de intentar asesinarlo prendiéndole fuego estando vivo, lo que felizmente no ocurrió. "La turba no razona, simplemente ataca. Me decían muchas cosas, como que me iban a quemar vivo. Ya no distinguían mis funciones y cuando trataba de explicarles me lanzaban piedras que por poco me caen en la cabeza", refirió el fiscal de Espinar sobre lo vivido hace unos días, y luego de reiterar su llamado a la calma en esta localidad del Cusco. Por su parte, la situación del alcalde de Espinar, Óscar Mollohuanca, se complica aún más. Desde que la Policía lo arrestara el último jueves, sindicado por promover disturbios, secuestro y daños materiales e indirectamente humanos por la muerte de dos pobladores, el rebelde funcionario fue llevado ayer a la carceleta del Poder Judicial.
- [El Comercio,- Pág. A4] /
- [Expreso,- Pág. 4] /