Los organizadores del paro indefinido de la región Cajamarca, que ayer cumplió su primer día, en protesta contra el proyecto minero Conga, tuvieron relativo éxito. Ante la escasa convocatoria, una turba de antimineros la emprendió contra los periodistas que realizaban la cobertura informativa de dicha actividad. Su delito: enviar notas y datos sobre la pobre concurrencia y los vacíos que eran evidentes en la Plaza de Armas, donde confluyeron diversas bases de apoyo. Lo lamentable de ello fue que el exsacerdote Marco Arana, presidente del Movimiento Tierra y Libertad, se quejó de la forma como los enviados especiales de los principales medios informaban sobre el paro.