El presidente del Comité Aurífero de la Sociedad Nacional de Minería Petróleo y Energía (SNMPE), José Miguel Morales, formuló un pedido para que la Iglesia Católica actúe como mediadora en un proceso de diálogo entre el Gobierno y las autoridades de Espinar. Al precisar que no sería la primera vez que la Iglesia Católica interviene en una situación de conflicto para acercar posiciones divergentes, Morales lamentó la situación de violencia a la que se ha llegado en la provincia cusqueña y señaló que esto responde a intereses muy concertados de quienes tratan de boicotear a la democracia. El también expresidente de la Confiep dijo que se trata de "grupos extremistas" que promueven estas actividades, causando grave daño a la producción nacional y generando más pobreza. Señaló que no es cierto que el tema medioambiental sea la causa exacta del descontento de la población, porque en la actualidad el sector minero formal es el que más se preocupa por el entorno donde opera. Carlos Canales, presidente de Canatur, condenó los desmanes en Espinar. "Estos hechos frenan el proceso de desarrollo del Cusco y desalientan las inversiones", señaló.