Las protestas en contra de la actividad minera, según el Gobierno, responde a una agenda política de grupos radicales.El ministro de Energía y Minas, Jorge Merino, declaró que en el país "hay una corriente radical" que tuvo como primera víctima al proyecto minero Conga (Cajamarca), ahora a Tintaya (Cusco) y próximamente a Las Bambas (Apurímac)."Aquí hay una corriente radical que no quiere a la minería, el argumento que presentan (los antimineros) es que simplemente se vaya Tintaya y luego seguirá Las Bambas; ese es el mensaje, eso es inaceptable", citó en Agenda Política. Además, rechazó la posibilidad de que los ministros acudan a la provincia de Espinar (Cusco) para buscar un entendimiento con los protestantes. "El tema agua es un pretexto más, no podemos entrar en el juego de estos grupos radicales que tienen otros fines", refirió.
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