Si bien el presidente regional de Cajamarca, Gregorio Santos, tiene derecho a formalizar su ansiado frente político de las izquierdas radicales en el país, con miras a las elecciones del 2014 y del 2016; para diversos analistas, su derrota es un hecho seguro.Para Agustín Figueroa, de la experiencia histórica sobre alianzas de izquierda se puede inferir que el frente político impulsado por Santos Guerrero llegará a consensos débiles y se diluirá al poco tiempo de formado.Aunque las agrupaciones ultras creen que el gobierno tiene ese sesgo -agregó el especialista- Santos no podrá ser el líder de todas las regiones que tienen presidentes radicales."Por ejemplo, en el sur no creo que tenga el apoyo de las regiones, por lo que no será una fuerza electoral de envergadura importante aquí y ahora porque es evidente que en esa zona hay líderes que van a intentar hacer lo mismo que Santos, y pueden ser más de uno", dijo Figueroa.