Nadie lo entiende. El Gas Licuado de Petróleo (GLP), combustible que contradictoriamente mantiene un trato preferencial ante el Gas Natural Vehicular (GNV), en tiempos en el que el objetivo del Gobierno apunta a fomentar la masificación del segundo, no sólo es subsidiado hasta en un 15% de su costo, sino que la informalidad de su mercado está respaldada por las acciones que surgieron de las promesas electorales lanzadas por el ahora Presidente de la República, Ollanta Humala Tasso. Quien formara parte del primer gabinete ministerial del actual régimen, Carlos Herrera Descalzi, contó a EXPRESO que al asumir funciones el líder nacionalista se encontró con un embalse de precios en la canasta de combustibles al que tuvo que hacer frente. Pero había un problema, en el Ministerio de Energía y Minas (MEM) -del que fue su titular- había que compatibilizar la visión técnica con el aspecto político, con las ofertas de campaña.