RESULTADOS. La economía nacional moderó su crecimiento en marzo (5.6%, frente al 7.2% de febrero) y estuvo por debajo de lo esperado por el mercado (alrededor de 6%) debido a que, si bien el sector construcción mantuvo un alto dinamismo (14.7%), este fue contrarrestado por la caída de la manufactura (-3.15%) por primera vez en cuatro meses, sobre todo en la producción de bienes de consumo (textiles, químicos) y de capital.Aun así, con este resultado la economía nacional sigue creciendo a una tasa anual (6.31%) cercana a su potencial, lo cual es saludable desde el punto de vista del control de la inflación. Se espera que este año termine de manera similar, creciendo el PBI alrededor del 6%, tasa que aunque resulta menor a la registrada en el 2011 (cerca del 7%), es un ritmo destacable, dado el contexto internacional tan incierto.Sin embargo, si bien a marzo la mayoría de sectores muestran tasas de crecimiento anual importantes, habría que vigilar algunas luces ámbar en ciertos sectores como manufactura (2.4%), minería e hidrocarburos (0.36%) y la misma construcción (4.6%). Sobre todo el caso de la industria, que es la actividad que más puestos de trabajo genera y donde los rubros que han caído dependen en buena parte de la demanda externa, hoy bastante deprimida. Las cifras oficiales indican que en el trimestre móvil febrero-abril de este año el empleo prácticamente se estancó y fue precisamente en la industria donde cayó más (-5.6%), sobre todo en las empresas medianas y pequeñas. La construcción, en cambio, es muy probable que siga repuntando por la aceleración que viene teniendo la inversión pública y privada (en viviendas).También preocupa el poco dinamismo que viene mostrando la minería desde hace ya un tiempo. Esta actividad está condicionada a los precios y la demanda internacional, pero también, en el mediano y largo plazo es determinante el clima favorable para la inversión (ver pág. 14), por lo que es necesario definir de una vez el tema de Conga y los conflictos sociales antimineros. En vista de que el contexto económico internacional es bastante riesgoso e incierto, con amenaza de una nueva crisis, sería necesario ir previendo políticas de estímulo fiscal para mantener la demanda interna.