EX PRESIDENTE FUJIMORI FUE TRASLADADO A UN LOCAL POLICIAL DE MAYOR SEGURIDAD

Cuando Alberto Fujimori abandonó las herméticas y elegantes instalaciones de la Escuela de Investigaciones de Chile no tenía en la cara la supuesta expresión de quien está a punto de ser extraditado. Al contrario, lucía de lo más relajado, casi sonriente, saludando como si con él no fuera la cosa, o peor aún, como si todo estuviese saliendo mejor de lo que él había imaginado.Eran las 3:25 de la tarde en punto cuando apareció ante la prensa rumbo al auto que lo transportaría a la Escuela de Gendarmería, pero la agitada novela había empezado mucho antes.A las 8:00 a.m. había llegado hasta el edificio de Investigaciones el abogado de Fujimori, Juan Carlos Osorio. Ambos se reunieron en la pequeña habitación individual que la policía local le acondicionó al prófugo la noche del domingo.Mientras tanto, afuera, detrás de los más de cincuenta reporteros que se disputaban los mejores lugares para realizar sus envíos, apareció un pequeño contingente de protestantes que lanzaba proclamas contra Fujimori, del tipo "Corrupto, ladrón", "Asesino coimero" o "Fuera, Chinochet". Eran asilados políticos y pifiaban al ex mandatario peruano en nombre de las numerosas víctimas de la dictadura.