Finalmente, ayer se publicó el Peritaje al Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del proyecto Minas Conga. Se trata de un documento técnico de 263 páginas, y quizá el punto más relevante, luego de un primer y somero análisis de sus conclusiones y recomendaciones, es que plantea una mayor inversión en investigación e infraestructura, lo cual llevaría a aplazar el proyecto hasta por un año más. Los peritos determinan que el tajo El Perol sí afectaría a las lagunas Chilca y Azul, por lo que el relave, que según el proyecto original debía depositarse en esa área, deberá ser trasladado a otra cuenca. Esto supone un nuevo EIA para medir los impactos en la nueva zona de depósitos, lo cual implicaría –a decir de los expertos- al menos un año más de investigaciones antes de iniciar la explotación.