Tras la decisión de la junta de acreedores de una "liquidación en marcha" para Doe Run Perú (DRP), luego de tres años de paralizadas las operaciones, el Sindicato de Trabajadores aseguró un fin de semana de tensa calma, a la espera de mejores noticias para los trabajadores.Ellos consideran que la decisión de la Junta es una invitación al despido y a la desaparición de La Oroya."El lunes vamos a tomar todas las acciones pertinentes para buscar otra alternativa de solución", aseguró Ruiberto Guzmán, secretario general del Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos de Doe Run, quien lamentó que con la decisión tomada en la víspera por la Junta de Acreedores, el colapso social y económico en La Oroya se reavivará, además se afectará el valor agregado a las exportaciones mineras. (Edición sábado).