MIRANDO EL FUTURO. Un proyecto que demanda una inversión de US$ 16,000 millones y que impulsaría el desarrollo industrial a partir del gas natural (cuyo potencial se estima en más de 50 trillones de pies cúbicos) en un polo petroquímico en el sur del país y, con ello, la creación de miles de empleos, el crecimiento económico y un mayor bienestar de la población, no puede motivar más que el apoyo de todos los peruanos. Sin embargo, hay algunos aspectos que merecen una mayor explicación del Gobierno. La celeridad con la que se quiere llevar adelante el proyecto (que incluye el Gasoducto del Sur, un polo petroquímico en Ilo, una central térmica en Quillabamba, entre otros) a fin de que las obras se inicien este semestre sin haberse confirmado su viabilidad económica, así como la decisión de que Petroperú participe como socio minoritario sin que hayan concluido los estudios (de la CAF) respectivos, podrían acarrear problemas más adelante. Ambos aspectos (celeridad y participación de Petroperú) también estarían afectando el esquema de financiamiento para la inversión del Gasoducto del Sur. El Estado tendría que aportar un monto importante y, además, financiar a través de Cofide, un crédito puente para el operador privado. Si el proyecto madurara a la velocidad del inversionista privado el financiamiento total correría por cuenta de este, pero las obras se iniciarían dentro de dos años. Las decisiones en torno a estos temas deberían estar respaldadas por los estudios y recomendaciones de asesores especializados y de prestigio internacional. De otro lado, es evidente que existe competencia entre la petroquímica que se planea desarrollar en Ica (con Perú LNG, el Grupo Brescia y CF Industries, que al parecer no seguiría) y el polo petroquímico que se impulsará en Ilo, dado que el mercado de destino es prácticamente el mismo. Lo que al país le interesa es que no se frustre el desarrollo de una industria nacional a partir del gas natural y que no se pierda la oportunidad para acelerar el desarrollo del país. No es un proyecto que vaya a estar en marcha en toda su magnitud durante el presente gobierno, por lo que debe evaluarse convenientemente.