Luego de escuchar el plan de reestructuración de Doe Run Perú en la Junta de Acreedores, el representante del Ministerio de Energía y Minas (MEM), José Zegarra, planteó ayer tres condiciones para ser viable el referido plan, y de no ser aceptadas por la firma norteamericana se tendrá que optar por la liquidación. La primera condición impuesta por el Gobierno es que el reinicio de operaciones del Complejo Metalúrgico de La Oroya (CMLO) sea después que se construya la planta de ácido sulfúrico del circuito de cobre para que se cumpla el límite máximo permisible de emisiones de gases de azufre.Doe Run Perú había solicitado una ampliación del Programa de Adecuación y Manejo Ambiental (PAMA) por 30 meses para la construcción de la planta de ácido sulfúrico del circuito de cobre y seis meses para su arranque y puesta a punto, de tal manera que podía iniciar las operaciones el próximo 1 de mayo.Esta solicitud del MEM obligaría a Doe Run a tener el complejo paralizado hasta que esa planta esté lista. De acuerdo a los plazos presentados por la empresa, esos 30 meses se cumplirían a fines del 2014.