Nuevos derrumbes por la fragilidad del terreno interrumpieron ayer las actividades de rescate de los nueve mineros atrapados en la mina La Cortada, en el caserío de Quillque. Los equipos que trabajan desde el jueves no pudieron abrir un nuevo boquete en el socavón.Por ello, las empresas mineras Antapite, Volcan y Buenaventura enviaron por la tarde a brigadistas especializados para acelerar las labores. Carol Chaman, de la Brigada Internacional de Rescate Tlatelolco (Topos de México), intentó unirse a las tareas, pero fue retirada por los bomberos por no cumplir las normas de seguridad ni contar con las herramientas necesarias.Anoche llegó al lugar el ingeniero Fernando Lermanda, experto en temas de mina que colabora con los Topos de México y que participó en el rescate de los 33 mineros atrapados en Chile en el 2010. En declaraciones a Cuarto Poder adelantó hoy por la mañana llegaría un grupo de rescatistas de Chile para colaborar con el trabajo.