La historia de Doe Run Perú es la de nunca acabar. Por una parte la empresa utiliza diversas tácticas para ejercer presión al Estado peruano con el objetivo de reiniciar las operaciones sin haber concluido el Programa de Adecuación y Manejo Ambiental (PAMA), y de otro lado los trabajadores vuelven a tomar medidas de fuerza para exigir el reinicio de las operaciones en La Oroya.Dentro de las nuevas condiciones de la metalúrgica, es que el reinicio de las operaciones del Complejo sea recién a fines de junio mientras que hasta hace unos meses estaba previsto sea el 1° de mayo. Asimismo, propone que el gobierno asuma la responsabilidad y los reclamos de terceros sobre las demandas interpuestas contra Renco ante la Corte de Missouri (EEUU) por los pobladores afectados por la contaminación en La Oroya.Ambas condiciones se encuentran dentro del plan de reestructuración que presentó Doe Run el pasado 29 de marzo a la Junta de Acreedores, quienes tienen la última palabra para aprobar o no ese esquema de trabajo.Roiberto Guzmán, dirigente de los trabajadores de Doe Run Perú, informó anoche a La República que sus bases decidieron desde las cero horas de hoy acatar un paro indefinido.En todo momento el dirigente no quiso precisar si respetarán el libre tránsito por la Carretera Central. Algunas otras voces anunciaban bloqueos en esta importante vía de penetración.