El gasoducto sur andino será posible siempre y cuando exista suficiente demanda por el gas que se vaya a transportar desde Camisea a la costa sur. De ahí que el éxito de una obra que demandará una inversión superior a los US$ 3,000 millones dependerá, esencialmente, de concretar el ansiado polo petroquímico, para lo cual se requerirán de entre US$ 12,000 a US$ 16,000 millones adicionales, aunque también existe la idea de exportar desde ahí a Chile, Colombia y Ecuador.El proyecto, que privilegiará la producción de etileno y polietileno, fue suscrito en noviembre del año pasado entre Petroperú y la empresa brasileña Braskem. Actualmente es estudiado por técnicos de ambas entidades para elaborar un plan de prefactibilidad.Se estima concluir con los estudios relacionados con la viabilidad técnica y económica hacia fines del 2012.