GASODUCTO POSITIVO
30 de marzo de 2012

Es realmente positivo para el Perú que el presidente haya anunciado el inicio de las obras del Gasoducto Andino del Sur, pues representa el primer paso a la industrialización del gas en el polo petroquímico de Ilo a base de etano, que es una manera de generar valor agregado. Lo segundo es que este gasoducto permitirá el abastecimiento de gas a cinco regiones, cuyas poblaciones podrán acceder al gas natural, tanto para uso residencial, vehicular e industrial, así como permitir el establecimiento de un nodo energético que al descentralizar la producción de electricidad permitirá equilibrar el abastecimiento de energía para el sur del país. Asimismo, la primera etapa del gasoducto, que implicaría llevar gas natural a la ciudad de Quillabamba, tiene una trascendencia estratégica, porque permitirá instalar una planta de generación eléctrica de 200 MW e iniciar la masificación del uso del gas en toda la región. Adicionalmente, esta etapa permite un tercer beneficio que se alcanza al interconectarse con el gasoducto a la región central, pues se convierte en un sistema de respaldo al transporte de gas para toda la nación y que también podrá facilitar su finan-ciamiento al aplicarse el mecanismo de tarifa única de transporte. Lo que deberá precisarse en el proceso de implementación son dos temas: por un lado, cómo se compatibiliza la instalación de una planta de fraccionamiento y envasado de GLP con la masificación del gas natural por ductos en Quillabamba. Por el otro, cuáles son las ventajas reales por las que el Estado destinará recursos escasos del Tesoro Público en actividades productivas que pueden ser desarrolladas por empresas privadas. Esos recursos deberían destinarse a proyectos de inclusión social, que es una de las banderas del actual gobierno.