Nuestro país respondió oficialmente a Chile y lo hizo fuerte y claro: le dijo que su actitud es inaceptable e insólita. Eran las 11:30 de la mañana cuando el embajador chileno en Lima, Juan Pablo Lira, ingresó a Palacio de Torre Tagle ante una convocatoria del canciller Óscar Maúrtua. Después de cerca de 45 minutos de reunión, el diplomático se retiró por una de las puertas laterales para evitar encontrarse con la prensa. Llevaba en sus manos una contundente nota diplomática que le había entregado Maúrtua de Romaña, a nombre del Gobierno peruano.En ese documento, el Perú enfatiza que "no son aceptables" los cuestionamientos de Chile al proyecto de línea de base de nuestro litoral, incluidos en la nota de protesta enviada el 28 de octubre por Santiago. Según Chile, el Perú estaría conduciéndose en contradicción con el ordenamiento jurídico internacional.El Gobierno peruano considera, además, que es "insólito" que un Estado formule reservas a proyectos de otro, que se encuentran bajo la consideración del Congreso, y subraya que esta práctica es contraria al Derecho Internacional y "resulta inaceptable". Explica que dicha postura atenta contra la decisión soberana e independiente del Poder Legislativo", que, en el caso del Perú, es autónomo y no está sujeto a injerencia o presión alguna.