VALDÉS Y EL EXTRAÑO SILENCIO DEL GABINETE
14 de marzo de 2012

LA SERIE de negativos acontecimientos desencadenados en las últimas semanas, como la violencia de los mineros ilegales, las inundaciones en Lima y provincias y los incendios que han acabado con material educativo y viviendas, tendría que haber conducido a que las autoridades, lideradas por el presidente del Consejo de Ministros, se mantengan en permanente comunicación con la opinión pública para explicar cómo se remediarán los problemas. Por el contrario, se percibe un llamativo silencio en actores que, tradicional y constitucionalmente, deberían ser protagonistas. Hoy, por ejemplo, el jefe del Gabinete ministerial debería estar explicando -ya que es el portavoz oficial del Poder Ejecutivo- la política penitenciaria, los trabajos para mitigar los daños en las zonas inundadas, las iniciativas para reponer los miles de libros y computadoras destruidas por el fuego, las medidas para afrontar con éxito la minería ilegal y los conflictos sociales, que a febrero ya suman 229, cinco más que en el mes anterior, según la Defensoría del Pueblo.El primer ministro tiene que demostrar una actitud de mayor preponderancia, sobre todo porque el presidente de la República prefiere el silencio, aunque en algunos momentos se excede, como en el caso de su hermano Antauro,e incurre en el mismo error que tuvo el presidente Alejandro Toledo respecto a su familia.Además, este Gabinete ministerial, carente de liderazgo, no puede avanzar con mayor velocidad y energía porque algunos de sus componentes, como los ministros de Relaciones Exteriores, Justicia, Interior y Educación, están mostrando serias falencias para desempeñar tan altos cargos, así como algunos funcionarios menores, como el jefe del INPE, quien por dignidad propia ya ha debido renunciar al cargo.En suma, creemos que este es el momento para que el presidente ejecute cambios en su equipo ministerial, porque no hacerlos podría generarle problemas más serios que los de Madre de Dios, pues se tendrá que tomar una decisión en Cajamarca y reanudar las obras de irrigación en el sur del país (Majes-Siguas), por solo mencionar dos.

  • [Gestión,Pág. 20]
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