EL TLC, LOS JÓVENES Y EL FUTURO
30 de octubre de 2005

TLC con Estados Unidos puede ser una luz al final del túnel para esos cientos de miles de jóvenes que se ven forzados a abandonar el Perú en busca de las oportunidades que no encuentran en él.El Perú ya era un país poblado mayoritariamente por jóvenes cuando, a mediados de los años 70, se dio inicio a una etapa de severa contracción --que al poco tiempo devino en parálisis-- de las inversiones y la producción. Una buena parte de esos jóvenes que entonces llegaba a la edad de incorporarse al mercado laboral, se topó con una economía sin el suficiente dinamismo que no le ofrecía oportunidades, una característica que ha marcado implacablemente a nuestra sociedad durante el último tramo de nuestra historia hasta hoy.Nuestra economía, en muchos aspectos cerrada, en lugar de absorber a la nueva fuerza de trabajo, como ocurre en los países que crecen, lo que hacía era más bien expulsar sistemáticamente población, y particularmente a nuestros jóvenes. Esta es la razón por la cual en las últimas tres décadas, en Lima y en las provincias, en el campo y en la ciudad, buena parte de los peruanos de esa generación ha llevado una vida en permanente crisis económica.. Hay millones de excluidos a quienes el país no ha sido capaz de ofrecer, debido al insuficiente tamaño de la economía, una oportunidad de trabajo y un mínimo de bienestar para sus familias.Treinta años después de ese colapso, en el 2005, los hijos de esa generación golpeada han llegado también a la edad de incorporarse al mercado laboral y lo hacen con la natural expectativa de tener una mejor suerte. El reto es cómo poner al país en condiciones de ofrecerles la oportunidad de trabajo que no les pudo ofrecer a sus progenitores, y si el aparato productivo nacional puede acoger a los 350 mil jóvenes que cada año engruesan la población económicamente activa, quienes salen a la calle en busca de un puesto de trabajo que les provea el sustento.Pues gracias al crecimiento sostenido de los últimos años, una proporción creciente de esos jóvenes está encontrando un lugar en donde trabajar, pero todavía en cantidad insuficiente.El Perú está creciendo ahora como pocas veces ha crecido, pero ello es aún insuficiente. Una mínima visión de largo plazo nos obliga a analizar las herramientas y los recursos con los que contamos para hacer posible la viabilidad del Perú como promesa de futuro para sus ciudadanos. Es necesario ver estas herramientas en conjunto y articularlas desde una perspectiva estratégica, con el fin de que la realidad y la vida sean, para esta nueva generación que hoy se asoma al mercado laboral, efectivamente distintas y más prometedoras.El TLC que se negocia actualmente con Estados Unidos es una de las herramientas más eficaces para promover el crecimiento económico y la generación de esos millones de puestos de trabajo que tanta falta le hacen al país. La potenciación del comercio exterior y de las exportaciones representa para el Perú una oportunidad sin precedentes.El gran laboratorio que ha significado el ATPDEA con EE.UU. en materia de creación de puestos de trabajo no puede ser más elocuente. El incremento de nuestras ventas al mercado más grande del mundo le ha cambiado la vida a miles de familias peruanas, sobre todo en los sectores sociales de más bajos ingresos. Hace diez años, las empresas peruanas que exportaban a Estados Unidos daban empleo a 250 mil trabajadores. Hoy en día la cifra supera el millón, con tendencia a crecer si es que se mantienen y amplían las facilidades arancelarias que nos otorga el ATPDEA.¿Por qué no seguir ampliando, vía la firma de un TLC, nuestras ventas a Estados Unidos? Gracias a las exportaciones, por primera vez en décadas, el empleo crece en el interior del país a un promedio mayor que el de Lima. Actualmente, el crecimiento del empleo es superior al de Lima en nueve regiones. Un TLC puede abrir espacios insospechados para las exportaciones peruanas, las cuales, como ya se ha visto, pueden convertirse en detonantes de negocios afines y de cadenas productivas, que generen ingresos y empleos en proporciones que le cambien el rostro al Perú.El comercio exterior es el vehículo más eficaz para conectarse con el mundo global y con todo lo que este significa en cuanto a progreso material y cultural. No se les puede negar a los jóvenes peruanos, con argumentos ideológicos o políticos, la oportunidad que tanto están buscando y que se merecen, señala el ministro de Comercio Exterior y Turismo, Alfredo Ferrero.(Edición domingo).

  • [El Comercio,Pág. A 4]
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