En Lima, algunas municipalidades distritales no apoyan la masificación del gas natural, pues quieren obtener una renta por cada casa que se conecta, o lo que es peor, no permiten que las redes de instalación subterránea crucen por su jurisdicción. Así lo remarcó el gerente de la división de gas natural, de la gerencia adjunta de regulación tarifaria, del Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin), Luis Espinoza, quien añadió que los burgomaestres apelan al tema de la seguridad o la congestión vehicular, para impedir que las obras se realicen en sus distritos. "Se debe pensar que el gas es un servicio público similar al agua y a la electricidad. Entonces, si estos dos servicios se pudieron instalar en la pista, puede colocarse el gas al costado", puntualizó. El distrito que más ha avanzado en número de conexiones domiciliarias -precisó- es San Juan de Lurigancho, que ha llegado casi a 20 mil clientes, pero actualmente están poniendo trabas para realizar los trabajos de ampliación. Por tanto, el problema es con el alcalde, comentó.