La demora en desarrollar las obras de ampliación del gasoducto de Camisea no tendrá un impacto inmediato en el abastecimiento eléctrico, pero sí afectará al sistema en el largo plazo si no se soluciona hoy mismo. Ello, debido a que su culminación no llegará a tiempo para abastecer a las generadoras que deben entrar a operar en el 2014. Según explicó el presidente del Comité de Operación Económica del Sistema Interconectado Nacional (COES-Sinac), César Butrón, en la proyección eléctrica para los siguientes tres años se contempló un eventual retraso de la ampliación del gasoducto, del cual dependen varias plantas termoeléctricas ubicadas en Chilca, que tienen previsto empezar a operar a partir del 2014. Aun cuando Butrón descarta un eventual desabastecimiento, dice que todo dependerá de cuánto se retrase la ampliación del gasoducto. "Al hacer nuestras proyecciones fuimos conservadores y consideramos que el ducto no iba a estar listo hasta el 2014. Pero si el retraso va más allá de ese año, evidentemente algunas centrales que hemos considerado no estarían [en condiciones de abastecer de energía] y tendríamos una disminución fuerte de los niveles de reserva", explica.