La evolución del precio del petróleo es impresionante. Se ha incrementado 6,000% desde el año 1972, 320% desde el precio promedio del año 2002 y 77% desde el precio promedio del 2009. Su tendencia al alza en el largo plazo es ineludible, ratificando la teoría del geofísico M. King Hubbert. El fuerte aumento del precio del petróleo que se experimenta actualmente empeora la prolongada crisis económica mundial, pues el hidrocarburo tiene una gran incidencia en los costos de producción de todos los bienes y servicios, sobrecargando a las empresas, impactando negativamente en la demanda agregada y extendiendo la recesión global.El petróleo tiene la particularidad de producir rápidos efectos sobre la economía, positivos o negativos, según baje o suba su precio. Desafortunadamente, en el presente año, la probabilidad de que se mantenga alto su valor es mayor a que disminuya.Pese a la crisis global, la demanda de petróleo no decaerá durante el presente año, pues la mayoría de países en problemas siguen tomando medidas de "estímulos" monetarios y crediticios para propiciar el consumo y postergar su debacle.Los mayores problemas están por el lado de la oferta. Los peligros geopolíticos en el Medio Oriente, África y con varios otros productores de petróleo árabes importantes elevan el riesgo de una disminución de la oferta, al menos temporal pero suficiente para que el precio aumente.Los mecanismos de transmisión del mayor precio del petróleo a la economía son diversos. El obvio es que aumenten los precios de sus derivados, como la gasolina, el diesel o el GLP, y se trasladen velozmente a los costos de la energía y del transporte, causando un incremento de la inflación. Los productos importados subirían igualmente de precio, los proyectos de inversión se encarecerían y las expectativas se pondrían negativas jugando su rol perverso en la economía.El Perú, que sostenemos con la tuya y con la mía, tiene una estructura energética que depende bastante del petróleo, del que importa una parte significativa, por lo que el alza de su precio impacta a nuestra economía directa y sustantivamente. Es necesario destrabar los obstáculos normativos que impiden una mayor exploración de hidrocarburos, para lograr descubrir nuevas reservas y asegurar nuestra independencia y seguridad energética, afirma Ricardo Valcárcel, analista económico.