El Complejo Metalúrgico de La Oroya (CMLO) cumple mil días de paralización, tras la suspensión de sus operaciones el 3 de junio del 2009 porque los bancos no le renovaron el crédito revolvente de US$ 75 millones a DoeRun Perú, propietaria del CMLO, que utilizaba para la compra de concentrados de minerales a proveedores para proceder a refinarlos en su fundición.El crédito revolvente no fue renovado ante la inminencia del plazo para culminar el Programa de Adecuación y Manejo Ambiental (PAMA), que el Ministerio de Energía y Minas (MEM) no daba señas de que iba a ampliar, así como por la reducción de estimaciones de las ventas de DoeRun de US$ 1,500 millones a US$ 900 millones como consecuencia de la crisis internacional en el 2009. Ahora,DoeRun ha fijado como fecha de reinicio de sus operaciones el próximo 1° de mayo, pero antes necesita la aprobación de su plan de reestructuración de la junta de acreedores y la aprobación del proyecto de ley que ampliaría el plazo de conclusión del PAMA por 24 meses más.