El presidente de la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep), Alfonso García Miró, señaló que Doe Run, representa el tipo de inversiones que el Perú no desea tener, por su incumplimiento de acuerdos con el Estado. Doe Run, compró el complejo metalúrgico de La Oroya, en 1997 tras un proceso de subasta pública por 247.9 millones de dólares, y tras incumplir reiteradamente el Programa de Adecuación y Manejo Ambiental (PAMA) ha demandado al Estado Peruano ante tribunales de Estados Unidos por 800 millones de dólares.Asimismo, acaba de presentar una nueva demanda ante el Poder Judicial para pedir la nulidad de la resolución de Indecopi que reconoce al Estado Peruano como su principal acreedor."No hay ninguna razón para que una empresa de esa magnitud, que ha venido incumpliendo sus compromisos año tras año, casi desde el comienzo de la entrega de la refinería, tenga que recurrir a una argucia de la legislación estadounidense para demandar al Perú, es una amenaza total al país y es el tipo de empresas que no queremos tener", declaró a Andina.