El controvertido proyecto de la central de Inambari aún es una prioridad para Brasil, según lo afirma el diario de ese país Folha de Sao Paulo. El gigante sudamericano necesita añadir a su sistema eléctrico 18 gigavatios (GW) hasta 2020 para asegurar un crecimiento anual de su economía de 4% a 5%.Pero ante el alto costo de la generación en su territorio, el gobierno de Dilma Rousseff ha implementado un ambicioso plan para construir once centrales hidroeléctricas en Sudamérica con una inversión de US$28 mil millones."El gobierno brasileño creó un plan B para ampliar la oferta de energía. Para esto, está acelerando un proyecto de integración con los países vecinos. El principal es Perú. Folha averiguó que el acuerdo con ese país está a punto de ser enviado a los congresos de ambas naciones", sostiene la publicación.