En una muestra del trasfondo político que envuelve la autodenominada ‘Marcha por el agua’, los izquierdistas y radicales que la promovieron amenazaron al gobierno con un paro nacional para impedir que se desarrolle el proyecto Conga, se revisen las concesiones en todo el país y se prohíba la minería. Pese a que había negado estar involucrado en la Marcha del Agua, el presidente regional de Cajamarca, Gregorio Santos, llegó a Lima para participar en la clausura de dicha protesta y advirtió al Gobierno humalista "no subestimar" los pedidos de los manifestantes.Asimismo, no negó que se pueda realizar un paro nacional para buscar impedir el citado proyecto minero."No tengo la autorización para decir cuándo van a ser las movilizaciones, eso depende de las organizaciones campesinas que lo van a decidir", remarcó el político de Patria Roja. Como se sabe, Santos realizó en las últimas semanas una serie de visitas a distintos puntos del país para reunirse con los grupos radicales locales, donde se asegura habría coordinado las futuras protestas.(Edición sábado).