La captura de Florindo Eleuterio Flores Hala, "camarada Artemio", es una gran noticia para el país y confirma que la lucha contra el narcoterrorismo está llevándose a cabo de manera coordinada entre las Fuerzas Armadas y Policiales. También es una buena noticia para el presidente Ollanta Humala, pues refuerza su imagen y seguramente mejorará la percepción que tiene la opinión pública de su gobierno, que desde el inicio de año comenzó a recuperarse luego de unos primeros meses algo caóticos.El Gobierno tiene ahora la oportunidad de afianzar su estrategia para vencer al terrorismo, evitar el reagrupamiento de los remanentes de Sendero Luminoso y concentrar sus esfuerzos de inteligencia en identificar y planificar una lucha mucho más amplia contra el narcotráfico -que financia a los terroristas-, un flanco en el que los anteriores gobiernos no obtuvieron resultados destacables y que se está extendiendo bajo la influencia de cárteles de la droga foráneos.Tampoco hay que bajar los brazos en la difusión de los daños que ha causado el terrorismo al Perú. De acuerdo con la última encuesta de Datum, el 14% de los jóvenes entre 18 y 24 años no conoce ni ha escuchado hablar de Abimael Guzmán, un porcentaje que debe preocuparnos. Pero también se constata que el 65% no conoce el contenido del informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR). Hay que destacar que entre quienes sí conocen el informe, el 73% considera que falta la versión de los militares y el 69% opina que debe ser incluido en textos escolares.Por lo visto, no solo es necesario redoblar esfuerzos en la lucha directa, sino también en la labor informativa y educacional. Un tercer aspecto que necesita reforzarse es la presencia del Estado donde el narcoterrorismo continúa operando. Hay que tener en cuenta que cada zona tiene diferentes características geográficas, económicas y sociales -prueba de ello es que el reemplazo de la coca por cultivos alternativos sí está funcionando en San Martín pero no en otras áreas de la selva-.Mientras la población de esas zonas continúe careciendo de servicios como salud y educación, y no cuente con infraestructura básica para acceder al mercado, será imposible cantar victoria.