Leer en una misma página en los periódicos que ciudades del país se inundan y otros marchan protestando por la falta de agua es contradictorio, aún en un país contradictorio como el nuestro. El Perú es un país muy rico en agua; la octava potencia mundial en agua dulce, con 1007 ríos que producen 2000 billones de metros cúbicos de agua al año. Pero con una desidia tan grande en el manejo de este recurso, tanto en el área rural como urbana, que nos lleva a situaciones como la que vivimos hoy y que únicamente nos preocupa en verano.Llueve mucho y el país no tiene reservorios construidos para llenarlos de agua; se rebalsan las acequias porque no se han limpiado; se inundan ciudades pues sus ríos están llenos de basura y en muchas ciudades los sumideros han sido cubiertos de cemento de alguna construcción pasada impidiendo fluya el agua. Los ríos corren fuera de sus cauces por falta de barreras, arrasando con lo que encuentran a su paso.Lima, con un tercio de la población peruana y muchos usuarios importantes, consume entre 300 y 400 millones de metros cúbicos de agua al año cuando el Perú produce 2000 billones de metros cúbicos en ese mismo periodo. Si manejáramos adecuadamente el agua, sin desperdiciarla ni dejar que termine en el mar, nos debería sobrar.Pero en Lima el consumo humano per cápita es más del doble que en una ciudad desarrollada a pesar que muchos de nuestros habitantes carecen de agua. Las razones son obvias: tarifas bajas, falta de cobranza, alto nivel de pérdidas y falta de inversión en redes.En Perú hay un mal manejo del agua de las cuencas y para consumo humano. No hay presencia del ANA , SEDAPAL o las empresas distribuidoras. Nadie sabe quien se encarga del agua y es por eso, y por la falta de responsabilidad e institucionalidad que hoy tenemos a Marco Arana, Gregorio Santos y Wilfredo Saavedra chantajeando al gobierno central con el agua como bandera. No nos equivoquemos, el agua puede ser tan aglutinante en Perú como es el fútbol y por ello una actitud seria del Ejecutivo es lo menos que podemos esperar. Para ello es necesario se responda a lo que los ciudadanos queremos saber con suficiencia y conocimientos. No necesitamos autoridades mudas, sordas y menos prepotentes. Necesitamos explicaciones que tranquilicen e impidan que se creen caballitos de batalla que luego son difíciles de derrotar.Hay ejemplos exitosos de manejo de agua como en San Andrés de Tupicocha, donde en el Río Lurín hay construidos 8 embalses para atrapar el agua y no desperdiciarla(www.munitupicocha.gob.pe).El agua hay que poder recogerla, distribuirla, pagar por ella y, como no, proteger los ecosistemas no deforestando para que el ciclo del agua continúe. Pero también es importante que no se empiece con leyendas urbanas y el Ejecutivo es el responsable de comunicar e informar con la verdad, afirma Cecilia Blume.