La pérdida de tiempo y dinero para jugar con los precios del gas licuado de petróleo (GLP) será parte de las anécdotas de la administración Humala. Un juego que costará millones de dólares a todos los peruanos sin que la mayoría, y en especial los más pobres, se beneficien de este subsidio ciego y absurdo. Como bien lo hemos explicado en anteriores oportunidades, el GLP ya tiene un subsidio a través del fondo de estabilización de los precios de los combustibles, que se creó para evitar que la volatilidad en los precios internacionales impacte en la economía, pero que en la actualidad ha terminado congelado por decisión política. ¿Qué pasa si lo descongelamos? El balón de GLP costaría S/. 43 en el mejor de los casos. Es decir de nuestros bolsillos sacan S/. 8 para poder pagar el precio real del balón. Pero, como el gobierno quiere aparentar ser más dadivoso, ha anunciado que venderá en algunos grifos, el balón de GLP a S/. 29.50. ¿Quién asumirá el costo de esta "promoción"? Nuevamente, todos los peruanos. ¿Pero, a cuántos llegará la gaseosa oferta? Sólo habría que calcular cuántos balones puede almacenar un grifo, multiplicado por el número de estaciones que realmente pueden venderlo. ¿Resultado? Poquísimos suertudos que irán en mototaxis, bicicletas y en micros con su pequeña bomba de glp, repartiendo peligro a bajo costo. ¿Resulta tan difícil caminar derecho y empezar a trabajar en la masificación de las conexiones de gas natural a domicilio, cuyo precio está por los suelos?