"¿Si en un cuarto encerramos a los mineros con su oro y en otro nos quedamos nosotros con agua, quiénes viviríamos?", preguntó ayer un comunero que llegó hasta la laguna Cortada para participar en el inicio de la marcha del agua. La movilización empezó en la Plaza de Armas de Celendín. A las 5 a.m. partieron en caravana cinco autos rumbo al distrito de Sorochuco. Ahí se unieron dos vehículos más para luego partir hacia Huasmín, donde se ubica la laguna Cortada, a pocos metros del proyecto minero Conga. Delegaciones más pequeñas partieron desde Hualgayoc. Luego de seis horas de viaje los manifestantes, 200 aproximadamente, se reunieron alrededor de la laguna, mientras los principales dirigentes de la marcha realizaban un pago al agua. Ni la persistente lluvia que empezó a caer distrajo a los participantes durante la casi hora y media que duró la ceremonia.