Si hay algo en que no cabe duda es que para ser policía hay que tener vocación. Y es por eso que su himno comienza reconociéndolo: "Policía soy, de corazón, por vocación...". Ese valor quedó demostrado en la reciente encuesta realizada por la Universidad de Lima a 309 suboficiales, en la que la mayoría reconoce sentirse satisfecho con su carrera, aunque tengan problemas económicos, reciban un regular trato de la ciudadanía o el Estado no les brinde una adecuada capacitación para cumplir con su labor. En otras palabras, se sienten identificados con su carrera, a tal punto que si volvieran a nacer vestirían de nuevo el uniforme.Esa vocación, como elemento fundamental del agente policial, también fue reconocida ayer por el defensor del Policía, Enrique Muller Solón, y el presidente de la Federación de la Policía (Federpol), David Vidalón Macazana, quienes señalaron que el que abraza esa carrera lo hace porque le gusta y porque tiene una alta capacidad de servicio. Muller destacó que quien se hace policía sabe que, por los bajos sueldos, nunca se hará millonario. Por su parte, el director de Proyectos de la Universidad de Lima, Luis Benavente, consideró que la satisfacción de los agentes por ser policía se basaba en la estabilidad laboral y, en cierta medida, en la estabilidad económica que les ofrecía la institución. Sin embargo, consideró preocupante que un alto porcentaje de policías tenga otro trabajo adicional, especialmente en seguridad.