ANTICORRUPCIÓN, SOLO DAMOS PASOS HACIA ATRÁS
19 de enero de 2012

Los peruanos mantenemos una inmensa expectativa respecto a lo que puede lograr el país en materia económica y comercial. Lamentablemente, similar interés no nos motiva cuando escuchamos las promesas que se hacen para combatir la corrupción. Y esto porque aún existe en el país aquellos que están convencidos de que la política está por encima de todo.Un caso claro es lo ocurrido en el Congreso de la República con el caso del renunciante vicepresidente Omar Chehade, quien ha pasado a ser un protegido de su partido, un personaje que ahora mantiene una posición similar a la que adquirían los militantes o amigos de anteriores partidos de gobierno que se les camuflaba para que no sean investigados por presuntos actos de inconducta o corrupción.Lamentamos y condenamos el proceder del Congreso de la República, incluidos los parlamentarios que se ausentaron de la sesión de la Comisión Permanente, en una actitud que no tiene ninguna justificación. También lamentamos y condenamos al Poder Ejecutivo, que ha intentado zafarse del problema argumentando que tenía que ser resuelto por el Parlamento.Omar Chehade debió haber sido puesto a disposición del sistema judicial, que con absoluta imparcialidad y autonomía tenía que determinar si era culpable o inocente de las acusaciones que se le hacían. Pero no se ha procedido de esa manera, y ahora es menor la esperanza que sentimos los peruanos cuando escuchamos a las autoridades hablar de lucha contra la corrupción.En estos seis meses en el poder, el Gobierno no puede mostrar ningún resultado concreto en ese terreno, ni siquiera una estrategia coherente para desterrar las mafias que operan desde el Estado. En estos meses solo hemos escuchado palabras del presidente de la República, de los ministros y de los congresistas. Pero ni siquiera esas palabras, como las de la primera dama, quien reprobó que a algunos les sea "difícil andar derecho", son escuchadas.Lo sorprendente es que ahora el congresista exceptuado de ser investigado ha dicho que volverá a su escaño para luchar contra la corrupción, lo que es una vergüenza para el Parlamento y el Ejecutivo, que, si quieren recomponer su relación con los peruanos, deben mostrar que marchan hacia adelante y no hacia atrás.

  • [Gestión,Pág. 18]
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