Mientras la negociación con Pluspetrol sobre el Lote 88 sigue siendo incierta y no hay fecha a la vista para que el Gas Natural de ese lote se use masivamente en el mercado nacional, ha surgido una propuesta de abaratamiento del GLP altamente riesgosa para la vida y seguridad de los consumidores y cuya efectividad en la reducción del precio del balón de gas no está totalmente garantizada.La propuesta fue hecha cuando ni siquiera está en agenda lo que expertos consultados consideran el tema de fondo: que el GLP que se extrae de los líquidos de Camisea y que abastece más del 80 por ciento del consumo nacional, deje de venderse a precios internacionales que generan jugosas ganancias para Pluspetrol y las demás empresas del Consorcio Camisea como Hunt Oil y Repsol.El gobierno planteó hace poco más de un mes -a través del presidente de PetroPerú, Humberto Campodónico- que el abaratamiento de los costos y los márgenes que afectan el precio del balón de gas (GLP) se daría en el "envasado y distribución en los grifos, cadenas afiliadas y estaciones de servicio para poder proveer de este gas a las amas de casa a un precio menor".Con ello se evita exigir a Pluspetrol y sus socios vender el GLP que se produce a partir de los líquidos del Gas Natural a precios razonables y no en base al marcador internacional Mont Belvieu, Texas, Estados Unidos.A inicios de enero, el congresista oficialista Víctor Isla materializó la propuesta de Campodónico en el proyecto de ley Nº 710/2011-CR que en su tercer artículo modifica el Reglamento de Establecimientos de Venta de Gas Licuado de Petróleo (GLP) para uso automotor –gasocentros (D. S. 019-97-EM), estableciendo que dichos "gasocentros (grifos) podrán recargar GLP en cilindros portátiles de acuerdo a la reglamentación que para esos casos establece Osinergmin". En la actualidad, la posibilidad de realizar esa operación está prohibida por el artículo 91 de dicho reglamento, según diversos especialistas, por un tema de seguridad.